
Marrón. Ya de entrada suena feo y antipático, desencadena alguna burla y en general, representa un color poco apreciado: Sólo el 1% de las personas reconocen tenerlo como favorito, siendo la tonalidad que más rechazo genera entre la población. A nivel psicológico, el marrón tiene connotaciones negativas porque se asocia con lo viejo y anticuado, a la pobreza, a la suciedad o a la cotidianeidad. Lo ordinario se representa de marrón. Lo discreto también porque el marrón, al ser la mezcla de los colores primarios, pasa desapercibido. Estas asociaciones mentales se relacionan con la historia de la vestimenta y el uso que se le dio en el arte, a este menospreciado color. A pesar de ello, el marrón también tiene un reverso luminoso: representa la tierra y está presente en la naturaleza, a través de la flora y la fauna. En diseño y decoración, el marrón es muy apreciado porque remite a la calidez, al recogimiento y al bienestar. Los ambientes rústicos, con gran presencia de maderas, pieles y barro y arcilla son de tonalidades pardas. A continuación, os explicamos algunas curiosidades de esta reservada tonalidad imprescindible en otoño, la estación que psicológicamente asociamos al marrón.

El origen del marrón
El marrón siempre ha estado ahí, y abunda a nuestro alrededor. Estos tonos son muy comunes en la naturaleza: las cortezas de los árboles, la piel y el pelo de los animales, la tierra arcillosa, los suelos áridos, los flujos del lodo… El marrón representa la madre tierra, donde emana con toda su fuerza, su naturaleza, y, por lo tanto, la vida y la muerte. La madurez es marrón por eso en otoño, este color resplandece en toda su intensidad. Las flores pierden su juventud y las hojas se tiñen poco a poca de esta tonalidad para anunciar el fin de su ciclo.
Etimológicamente, el nombre del color es un galicismo. Remite a “marron” que significa castaña en francés. Esta palabra se introdujo a mediados del siglo XIX para designar a lo que antes se conocía como castaño. Fue tanta la aceptación y el uso entre la población del término que se introdujo al diccionario normativo en 1927. Por lo tanto, no hace ni un siglo que nuestra lengua ha aceptado la palabra marrón para designar al color castaño o pardo. A pesar de ello, hoy en día seguimos usando el viejo adjetivo para nombrar al pelo y cabello que no es ni rubio ni moreno.

El color de la humildad y la pobreza
Históricamente, el marrón siempre ha sido un color abundante, fácil de producir y en muchos casos, representaba los tejidos sin teñir a través de piezas elaboradas de borra y pelo de cabra, ciervo y liebre hilados con lino y cáñamo crudos y parduscos. Por lo tanto, la ropa de color marrón era la original y no necesitaba ningún tratamiento añadido. Desde la Grecia Clásica y prácticamente hasta finales del siglo XVIII, las piezas de ropa de colores luminosos como el rojo, el azul de ultramar, el verde o el amarillo dorado eran símbolo de estatus -eran colores caros de producir- y estaban reservadas a las clases privilegiadas. Las prendas sin teñir mostraban claramente una condición inferior y por eso, las clases populares las usaban con frecuencia, siendo el marrón el color vinculado con la sencillez, la humildad y la pobreza. Por ejemplo, en la Antigua Roma, la ropa marrón se asociaba con los pobres o los bárbaros -aquellos pueblos que no dominaban las artes tintoreras-. El término que se utilizaba para dirigirse a los plebeyos era “pullati”, que significa literalmente aquellos vestidos de marrón. En la Edad Media, se consideraba el marrón como el color más feo del espectro porque era el color que vestían los campesinos, los siervos, los criados y los mendigos. También representaba un color abundante, corriente y vulgar, valores opuestos a la opulencia de la nobleza. Por lo tanto, el marrón se veía como un color mundano, asociado a la muchedumbre, la turba y por qué no, a la suciedad. Heces, lodos y betunes son marrones y rodeaban frecuentemente la plebe.
Si el marrón también representaba símbolo de la humildad, no era de extrañar que los primeros monjes cristianos utilizaran este color para predicar una vida sencilla, alejada de toda clase de lujos. Cuando se establecieron los colores para las distintas órdenes, los colores pardo y gris vestían a los monjes que hacían voto de “máxima pobreza” como los franciscanos conocidos por sus túnicas marrones como símbolo de humildad cristiana. El marrón fue también, durante siglos, el color del luto de los pobres porque los tejidos teñidos de color negro resultaban inaccesibles para las clases más populares.

Un cambio de concepción
El ideal estético de los colores vibrantes duró mientras se mantuvo el elevado el coste de los tintes luminosos. Este paradigma empezó a cambiar a partir del siglo XVIII cuando se pudo teñir por primera vez los colores puros (rojo, azul y verde eran los más valorados) a precios razonables. Este hecho cambió el sistema de valores: los colores puros se consideraron entonces simples, y el arte del tintorero se transformó en el arte de mezclar tintes. De ahí surgió, en la época rococó la predilección por los colores pastel, y la introducción del castaño como color de moda entre la nobleza. Para obtener el codiciado marrón se teñían varias veces con diversos colores, unos después de otros, para obtener un tono más variado. Por ejemplo, Luis XVI sentía predilección por los colores pulga (los llamaba, coleurs de puce) con matices muy variados: pulga vieja, pulga joven, espalda de pulga, cabeza de pulga, pierna de pulga… Todos se reverían a un tipo de marrón distinto.
Goethe por otro lado, consideraba los colores puros como algo desdeñable, puesto que eran difíciles de combinar en la vestimenta de las personas sofisticadas: “El uso de colores enteros sin duda tiene muchas limitaciones; en cambio, los colores como sucios, muertos, los llamados colores de la moda, muestran muchísimas gradaciones y matices, la mayoría de los cuales tiene su gracia”, decía. Los “colores sucios” eran todos los tonos marrones, y los “colores muertos” se refería a los que se oscurecían de negro con sus distintas variaciones que eran más versátiles. Es así, como progresivamente la cultura alemana le dio un vuelco total al significado del marrón. De la plebe y la marginación pasó a representar la cultura y el buen gusto de las clases altas.

El marrón en el arte
Aunque el marrón se ha utilizado en el arte desde tiempos prehistóricos, esta tonalidad raramente su usaba en el arte hasta el Renacimiento. En la Edad Media, por ejemplo, los artistas preferían colores brillantes y distintivos para pintar cuadros o ilustrar libros religiosos. En los siglos XVII y XVIII el marrón tuvo un mayor uso. Caravaggio y Rembrandt usaron varias tonalidades de marrones para crear efectos de claroscuro, donde el sujeto se distinguía de la oscuridad. Rembrandt también agregó sombra a las capas de tierra de sus pinturas porque promovió un secado más rápido. El artista comenzó a usar un nuevo pigmento marrón, llamado Cassel earth o colonia tierra. Este era un color de la tierra natural compuesto por materia orgánica, como el suelo o la turba. Fue utilizado por Rubens y Anthony van Dyck, y más tarde se hizo conocido comúnmente como marrón Van Dyck. Los impresionistas franceses del siglo XIX no fueron muy adeptos al color en cuestión, en excepción de Paul Gauguin que creó retratos luminosos de color marrón de las personas y los paisajes de la Polinesia francesa.

Un color apreciado en moda
Tradicionalmente, se pensaba que la persona que vestía de marrón transmitía al mundo que quería pasar desapercibida. El efecto psicológico que causa es el de ser un color corriente, hasta mediocre. De hecho, existen aún normas adscritas en cuestiones de vestimenta que se remontan a este imaginario de los colores. Por ejemplo, se dice que los ejecutivos de alto rango tienen prohibidos los trajes marrones porque desmerecen su estatus.
Más allá de ciertas creencias o tradiciones, la moda ha adoptado el marrón en su lecho y le ha dado infinidad de posibilidades. El marrón es un tono cálido y profundo, desprende magnetismo, es fácil de combinar, y por lo tanto se adapta a la perfección en infinidad de looks porque hace de su discreción, su mejor baza. No en vano se le considera un neutro como el blanco, el negro o el azul marino. A pesar de estar relacionado tradicionalmente con el otoño, el marrón este 2022 se ha llevado en primavera y en verano, a través de looks juveniles y frescos que han seguido algunas celebridades y prescriptoras de moda como Cardi B, Dua Lipa, Selena Gómez, Kendell Jenner o Rihanna. Llevarlo en versión total look ha sido también la preferencia de las grandes firmas de moda.
En Gratacós queremos mostrarte algunos de los tejidos clave de la nueva temporada en tonalidades marrones para demostrarte todo su potencial. También encontrarás otros artículos a precios rebajados. En nuestra tienda online los encontrarás disponibles.
En definitiva, el marrón nunca pasará a la historia de los colores más significativos, pero caminará de la mano de ella gracias a su naturaleza sencilla, versátil y discreta.





Volver, comenzar y estrenar. Estos son los verbos que nos apetecía poner en marcha después de liquidar la última temporada de invierno y presentar en Première Vision Paris, la nueva colección para la primavera que viene. En este limbo de la propuesta del pasado y la futura nos queda hablar del presente, en este caso de la colección primavera-verano 2022 que tenemos ganas de mostrar en todo su esplendor a través del catálogo, la tienda online y nuestro espacio físico en Barcelona.

A grandes rasgos…
Estrenamos temporada inspirándonos con una cita del historiador y filósofo israelí Yuyal Noah Harari: “Esta tormenta pasará, pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas en los próximos años”. Esta frase marca el rumbo de la colección porque, sin dejar de lado las contribuciones del pasado, nuestros ojos están fijados en el futuro y en el camino que tenemos que seguir para explorar nuevos territorios sin perder la identidad.
“Esta tormenta pasará, pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas en los próximos años” – Yuyal Noah Harari
En el contexto de incertidumbre que mantenemos desde el inicio de la pandemia, hemos visto que las personas se aferran a valores sólidos como la seguridad y la confianza. Por este motivo, las propuestas textiles que presentamos esta temporada se centrarán en artículos que tranquilicen, calmen, no decepcionen y, sobre todo, sean duraderos. No nos interesa lo frugal ni lo inestable. En esta temporada, el color es el catalizador que hará que los consumidores vuelvan al mundo del diseño y confíen en él. Por eso, el color es fundamental para dar forma a los tejidos y desempeña un papel clave en la definición de las nuevas propuestas. Desde los tonos neutros, hasta sus reversos más brillantes pasando por azules y verdes hasta los rosas y naranjas luminosos.
En líneas generales, os presentamos una temporada que nos gustaría que fuera tranquila, que rebose mucha calma, alegría y optimismo, pero siempre guiados por la necesidad de hacer productos que tengan en cuenta el medio ambiente y el entorno en el que vivimos. A continuación, os damos más detalles.

El color se suaviza
Esta temporada, los colores se oxigenan y pierden saturación para establecer mezclas armónicas y combinaciones emocionales, que calmen y tranquilicen. Destacan los tonos neutros, que incorporan destellos, transparencias y pequeñas pinceladas de color en azul, rosa, verde y amarillo. Las tonalidades suaves y delicadas aportan una visión contemporánea y se entienden desde la discreción, sin excesos ni añadidos.
Si hilamos fino, destacamos el color beige del papel de estraza o kraft, el blanco que nos ayuda a trabajar formas y volúmenes, y el negro que utilizaremos añadir sofisticación y crear total looks con diseños de gran impacto gráfico. Como tonos más alegres, dentro de esta paleta de coloraciones frescas, pero menos saturadas destacaremos el rosa millennial, el azul en su versión más multifacética, versátil y adaptable, y el verde que nos acerca a la naturaleza y sigue teniendo protagonismo en los tejidos de la temporada. Como contrapunte, destacar el optimismo del amarillo lima, el naranja atenuado y el coral que son perfectos para refrescar y para añadir luz a los artículos. Estos tonos se mezclan con una tonalidad antagónica: el turquesa en una combinación refrescante y singular.
Por último, el color también se trabajará de diferentes maneras: en versiones lisas, bicolor o multicolor para un efecto liberador y estimulante.

Tejidos abrazables y compromiso con la sostenibilidad
Esta temporada destacamos las fibras naturales que estén implicadas en la gestión de los recursos y también sintéticos reciclados y regenerados. En concreto, trabajaremos con algodones BCI, viscosas FSC, seda tussah, linos naturales sin tintar y poliésteres reciclados, algunos de ellos obtenidos a partir de botellas de plástico usadas.
En la colección primavera-verano 2022 queremos disfrutar de la simplicidad para un tipo de moda más cómoda, minimalista y hermosa. Para ello, utilizaremos gasas, voiles y organzas en tonos neutros, suavemente diferenciadas entre ellas, que definirán la ligereza de los tejidos. Queremos producir ese componente fresco y cariñoso, como un abrazo tierno. También trabajaremos con técnicas de fil coupé que nos conectan con un romanticismo moderno y tejemos estructuras con contrastes suaves para una belleza simple.
“Queremos disfrutar de la simplicidad para un tipo de moda más cómoda, minimalista y hermosa”
Dentro la colección destacamos popelín y satén mates de aspecto limpio, tejedurías clásicas, relieves gofrados e inspirados en el cartón de embalaje, Jacquares con estructuras geométricas en repetición rítmica, tweeds de verano con hilaturas gruesas y piqués para tejedurías estructuradas. Esta temporada el aspecto rústico también es protagonista y a través de los tejidos queremos conseguir una rusticidad táctil a través de hilaturas fantasía.
En materia de aspectos de los tejidos, esta temporada se imponen los tactos suaves. También acabados brillantes con iluminación clara, limpia y nítida y motivos satinados que imitan la cerámica. El brillo jugará con la luz para sorprendernos con cierto atrevimiento. Por eso hemos apostado por hilaturas brillantes en tejidos que serán versátiles.
La temporada también se caracteriza por propuestas de aspecto irregular a través de inspiradoras telas arrugadas y acabados naturales, con otras más ligeras como preciosas organzas que recubren el cuerpo creando volúmenes sin excesos, voiles que se trabajan en capas, gasas que proporcionan las transparencias adecuadas y sensuales satenes de algodón ya sean lisos o estampados.

Diseños depurados que no renuncian a los jardines florales
En líneas generales los tejidos se expresarán sin excesos decorativos a través de geometrías serenas y contrastes visibles, pero sin ruido visual. No es una temporada ni de excesos ni estridencias, todo lo contrario. Nos inspira el estilo étnico y folk desde un punto de vista estilizado y depurado. En materia de estampados hay tejidos que dan la bienvenida a los trazos abstractos con detalles de pinceladas. También las rayas con trazo de manual y persisten los cuadros, pero en su versión más libre.
En primavera no pueden faltar las flores, y esta temporada tampoco será una excepción. Un paseo por los jardines campestres nos trae inspiraciones renovadas para una nueva vuelta creativa a estos estampados que utilizan flores y hojas, escogidas por sus formas particulares, inspiradoras texturas y colores sorprendentes.
Por último, destacar que continuamos con nuestro compromiso con la sostenibilidad que ya empezó en temporadas anteriores y ha llegado para quedarse. Nuestra colección utiliza hilaturas regeneradas y recicladas con certificados europeos y eso ayuda a reducir la huella ambiental de la producción textil: algodón BCI, algodón regenerado, seda tussah, lino, viscosa FSC, poliéster New Life y reciclado, son algunas hilaturas presentes en esta nueva colección primavera-verano 2022 que acabamos justo de inaugurar. Estrenar, este verbo que tanto nos gusta…
¡Te invitamos a que descubras toda la colección en nuestra shop online!


Martes 21 septiembre 2021
Poco a poco, parece ser que volvemos a cierta normalidad. Y un indicador de ello, es nuestra participación física en Première Vision Paris, la feria especializada más influyente del mundo para los fabricantes de tejidos en el que se exponen bianualmente, todas las novedades de las colecciones que vienen a un año vista. Este año, Gratacós vuelve a estar presente para dar el pistoletazo de salida una de nuestras propuestas más especiales: Otoño-Invierno 2022/2023. Decimos que es “especial” porque la pandemia está representando para la empresa un año de grandes desafíos para mantener la creatividad, la producción y las ventas, sin olvidar la innovación y la sostenibilidad que nos caracteriza como negocio.

A grandes rasgos, la nueva colección es una propuesta sólida y coral, que evidencia nuestras ganas de trabajar y seguir avanzando mediante la generación de ideas, la creación de productos creativos y la investigación de nuevas tendencias. Una propuesta basada en la fuerza del color, el estampado y los diseños de gran presencia visual. Jugamos con tonalidades contrapuestas, los prints singulares y añadimos un toque extra de fantasía porque creemos que es más necesaria que nunca. Para ello, mezclamos flores de diferentes formas y estilos con motivos geométricos, artesanía, texturas sorprendentes, motivos neo Pucci simplificados y neo William Morris con fondos espaciados. Todo ello para crear un sorprendente juego de armonías, color, luz y tono que creemos que no dejará indiferente a nadie.

El abrazo como eje vertebrador
“Tenemos ganas de salir a la calle y mostrar nuestra alegría, energía y positividad”, asegura Rosa Pujol, directora creativa de Gratacós. Bajo esta primera premisa, se estructura la colección Otoño-Invierno 22/23 que apuesta más que nunca por la calidad, la fantasía y el lujo. Mostrar para sorprender y sorprendernos, ahora en mayúsculas, como una exigencia máxima.
Y en estas ganas de mostrar el lado fantasioso de la moda, interviene el concepto madre que vertebra toda la propuesta para el próximo invierno: el abrazo. El símbolo de la unión, del afecto y de la fraternidad entre personas, más evidente en épocas inestables como la que estamos viviendo. Abrazar es ceñir con los brazos, estrechar, comprender, contener e incluso incluir. Las plantas enredaderas también abrazan los troncos y las fachadas de las casas. Y nos gustaba ese concepto que une y crea un sentimiento de simpatía. Estética y visual. De hecho, es una colección pensada para abrazar múltiples mercados y distintas ocasiones a través de artículos versátiles y sorprendentes que satisfacen estilos y momentos muy diferenciados.
“Tenemos ganas de salir a la calle y mostrar nuestra alegría, energía y positividad”.
Rosa Pujol, directora creativa de Gratacós

Abrazar los materiales
La colección Otoño-Invierno 2022/2023 abraza la artesanía. Las hilaturas gruesas, los trenzados evidentes y los acabados hechos a mano. Es también una temporada donde la textura comunica por si sola a través de pliegues complejos, efectos 3D, transparencias opacas que insinúan sin mostrar, y relieves preciosos que sorprenden por sus líneas y formas.
Esta temporada, el equipo creativo también pretende estimular nuevas sensibilidades al juntar dos tejidos a priori poco compatibles entre sí para crear estéticas atrevidas en un mismo conjunto. Se trata de atreverse a través de artículos complementarios que juntos, crean harmonías cromáticas compatibles. Otra de las características de la temporada es la apuesta por el brillo que da el salto de la noche para instaurarse de día a través de tejidos sorprendentes que buscan un punto de luz sutil y de fantasía 100% llevable. Simple, pero sofisticado.

Abrazar el color
El color, más que materia, es luz y se desarrolla a consciencia esta temporada para conseguir resultados muy atractivos. Una luminosidad para que nos dé mejor aspecto en la calle. La colección trabaja desde los tonos primarios, a través de estampados gráficos, hasta la paleta de metalizados como el oro (energía solar) y la plata (energía lunar), mezclados entre sí.
Como es habitual, en Première Vision Paris, se presentarán tres gamas de colores. La primera corresponde a una franja luminosa gobernada especialmente por amarillos radiantes y cálidos marrones. La segunda carta es la de medios con tonos vibrantes que van desde los naranjas pasando por los azules y los verdes, para acabar con los fucsias. Por último, la última carta corresponde a los neutros y las tonalidades más apagadas, consideradas más masculinas. Una gama muy interesante que ofrece una gran posibilidad de combinaciones al ser versátil y atemporal.

Abrazar la naturaleza
La colección Otoño-Invierno 2022-2023 intenta estrechar los lazos entre el hombre y la naturaleza más próxima a través de tejidos que hacen referencia a la belleza de las plantas. Vuelve la inspiración jardín a través de tejidos con motivos vegetales y paisajes campestres. Como diría la escritora y jardinera, Jamaica Kincaid: “Los jardines son espacios para conectarnos”. Desde Gratacós también se revaloriza lo natural con un compromiso por el origen de los productos y la materia prima.
Por último, las flores también se adueñan de la colección en un inverno particularmente florido. La flor es protagonista de muchos de los tejidos con variedad de formas, colores, tamaños y disposiciones.

Abrazar la geometría
Los motivos geométricos están muy presentes en esta próxima temporada con tejidos que dan un giro a los clásicos para llamar la atención a la nueva generación de consumidores: cuadros, lunares, pata de gallo o rombos que se combinan de forma creativa dando nuevas geometrías inesperadas.
En paralelo, también llegan combinaciones sorprendentes para generar todo tipo de fantasías. Lo más extremo: combinar dos tejidos con motivos gráficos que se pueden llegar a combinar en un mismo outfit. Por último, aunque no sea una temporada de animal print, en la próxima colección de invierno se asoma tímidamente algún artículo fantasioso como un Jacquard de diseño de jirafa.


Mircoles 08 septiembre 2021
¡Era de esperar! Dentro de su esencia cíclica, la moda evoca la fantasía después de dos años sin apenas moverse de la comodidad y la austeridad, dos valores influenciados por la pandemia mundial. Hay que recordar que la moda siempre es un reflejo de la sociedad. Así, el reinado de los chándales, las sudaderas, los pijamas y las zapatillas (ya sean de andar o no por casa), parece que toque su fin con nuevas inspiraciones que se postulan totalmente antagónicas: Más lujo, más ornamentación y por supuesto, más brillo en prendas festivas y colecciones que piden a gritos evadirse de la realidad.

De las tres máximas, queremos centrarnos en los tejidos brillantes como una de las tendencias que pisan fuerte esta temporada Otoño-Invierno 21/22 que estrenamos en septiembre. Más allá de las lentejuelas que pisan fuerte des de ya y llegan en su versión más ostentosa (lentejuelas sobre lentejuelas en pantalones, chaquetas y vestidos voluminosos), nos apetece hablar de los tejidos satinados, una de las grandes apuestas de las nuevas colecciones que hemos visto en prendas, zapatos y bolsos y que su sutileza y suntuosidad nos sigue inspirando a la hora de elaborar nuestros tejidos.

Es curioso como el satén es uno de los pocos tejidos que no conoce de límites dentro del armario: tanto nos sirve para inverno como en verano, o entre temporadas. Más allá de su atemporalidad, también destaca la versatilidad porque admite infinitas posibilidades, convirtiéndolo en un tejido indispensable en el armario de cualquier persona. El satén tiene una bonita caída gracias a su fluidez y un brillo suave. Es un tejido sedoso capaz de transformar un estilismo y hacerlo navegar entre lo formal y lo casual. En pasarela, ya hace tiempo que lo vemos en prendas y complementos variados, en especial en vestidos tipo slip dress (inspirados en los camisones lenceros), tops y blusas románticas, faldas ligeras y vaporosas, e incluso bolsos de mano.

Breve historia del satén
Los orígenes del satén se encuentran en China hace más de 2.000 años y proceden de la seda. De hecho, su nombre deriva de Zaitun, un puerto chino célebre por exportar en raso. Aunque fue popular y muy deseado en la cultura grecorromana, el consumo de satén de seda se extendió en Europa en la Edad Media hacia los siglos XII y XIII. Italia era el principal puerto exportador y consumidor. El satén cautivaba por su riqueza, fluidez y esplendor, era más barato que la seda, y fue uno de los tejidos favoritos que se destinó a la indumentaria de las clases privilegiadas, y también se empleó en textiles para decorar los grandes castillos y palacios. El satén, no se popularizó en masa, hasta el siglo XIX, después de la Revolución Industrial y los avances en el proceso de producción y comercialización. Este tejido también se extendió a otros ámbitos como la ropa interior. Entonces, el satén pasó a ser un tejido versátil y asequible, que podía emular la suavidad, la suntuosidad y la elegancia de la seda.

Durante el siglo XX, el satén conquistó la indumentaria más sexy y chic de las actrices del viejo Hollywood a través de vestidos lenceros que fueron un escándalo en su época por su atrevimiento. Algunos ejemplos: la actriz y sex simbol, Mae West lucía en 1937 un vestido de satén adornado con flores en el hombro que marcaba sus curvas o no podía pasar desapercibido. También fue icónico el vestido blanco ajustado que esculpía la silueta de Marilyn Monroe en ‘Los caballeros las prefieren rubias’ (1954) o el modelito de tirantes con motivos de encaje que llevaba Elizabeth Taylor en la película ‘Butterfield 8’.
Décadas más tarde, el desarrollo de telas sintéticas hizo que el satén fuera aún más asequible, llevándolo a la moda convencional. Desde entonces, el satén ha trascendido más allá de una tendencia estacional y se ha convertido en un tejido habitual y básico en el vestuario diario.

El satén no siempre es de seda
Aunque lo pueda parecer, el satén no siempre es de seda. En realidad, es un tipo de trama y no una fibra. En la tela de satén, al menos cuatro hilos de trama se tejen sobre un hilo de urdimbre. Tradicionalmente, el satén tiene un lado brillante y un lado más opaco y puede estar hecho de diferentes fibras, como nylon, rayón, poliéster e incluso seda usada. Así que puede ser natural o artificial. En cualquier caso, es un tejido que se caracteriza por su brillo y suavidad. Hecho que lo convierte en un tejido estrella para múltiples aplicaciones, desde conjuntos de moda hasta decoración del hogar.
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El sector nupcial se encuentra en pleno proceso de transformación para adecuarse a las idas y venidas que imponen las restricciones de la pandemia y las fases cíclicas de las constantes desescaladas. La crisis del coronavirus les ha estallado de forma directa y fulminante afectando a todos sus agentes: desde la restauración, a los centros de belleza hasta el sector textil. Y desde hace un año, el mundo de las ceremonias pisa a fondo el acelerador para adecuarse a estos cambios precipitados.
Los datos hablan por sí solos: en 2020 se pospusieron alrededor de 125.000 eventos, según los datos de la Asociación de Profesionales de bodas de España (APBE). Cada una de estas cancelaciones ha supuesto pérdidas de unos 25.000 euros y un total de 2 millones de puestos de trabajo que no se han podido generar. A día de hoy, se hace muy difícil de predecir cuándo volverá la normalidad en el sector nupcial: la pandemia y su consecuente crisis económica vuelven a generar incertidumbre en 2021 y es muy posible que trastoque el calendario de los próximos dos años.
Dentro del sector textil, que es lo que nos atañe, la ausencia de nuevas novias y la disminución del número de invitados en las bodas, que actualmente son más íntimas, ha reducido la compra de vestidos de novia y también de materias primas, es decir, tejidos. Unos descensos que también han perjudicado, por extensión, a los trajes de fiesta e invitados.
Por todo ello, este proceso de cambio y adaptación a la situación actual, ¿modificará la estética tradicional de los vestidos, la forma de comprarlos o la cantidad de dinero que invierten las novias?
No es fácil saber hacia donde se dirigirá el sector, pero desde Gratacós mantenemos nuestra oferta de tejidos nupciales a disposición de todas las novias que apuestan por casarse en estos tiempos difíciles. Como fabricantes de tejidos y analizando las grandes firmas y diseñadores especializados, pronosticamos algunas tendencias en vestidos para las novias de 2021 y 2022.

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La estética tradicional nupcial pierde fuerza
La estética tradicional nupcial se mantiene, pero pierde fuelle. Esta tendencia se debe a dos factores: las novias, tanto las millennials como las primeras de la generación Z, prefieren romper con lo clásico, atreviéndose con nuevas siluetas que van más allá del vestido de una sola pieza como el traje de chaqueta, ya sea con pantalón o con falda de tubo. Una oportunidad de desdibujar las concepciones clásicas sobre cómo debe ir vestida una novia. Por otra parte, las celebraciones más íntimas, privadas e informales influyen en el vestuario con atuendos más relajados que rehúyen de lo rígido y lo encorsetado.
En cuanto a estilos, convergen dos tendencias antagónicas: el retorno del minimalismo con su elegante sencillez frente al romanticismo recargado. La primera apuesta por los vestidos lisos de líneas limpias, estructuradas y reutilizables. Si la economía en 2021 y 2022 será más austera, es coherente que esta contención se vea reflejada en los vestidos de novia. Esta corriente minimalista también apuesta por la sencillez y la comodidad a través de piezas que facilitan el movimiento y se pueden adaptar en múltiples contextos. En el otro extremo, se niegan a desaparecer los vestidos de inspiración romántica con sus volúmenes, superposiciones, encajes y volantes. Un tipo de atuendo para las novias soñadoras que quieren disfrutar de su boda con un vestido a medida que sea memorable. Estos vestidos son ricos en tejidos con especial atención a los que aportan una mayor opulencia: tules, bordados, efectos ornamentales, aplicaciones florales…
Si que es verdad que, a medio camino del minimalismo y la opulencia, existen un sinfín de propuestas que equilibran la balanza con vestidos que fusionan las dos corrientes y se desviven por el detalle que se percibe en los fruncidos, en los drapeados, los detalles en los hombros o las aberturas inesperadas. También ganan peso, los vestidos con volumen y las faldas amplias a través de patrones que se ensanchan en el bajo para darle más protagonismo
En paralelo, en los últimos años han surgido colecciones prêt-à-porter que complementan el vestido con piezas mucho más informales y versátiles. Estas pueden ser creadas a medida o bien, producidas en serie. También existe una tendencia al alza de los complementos vintage que dan un nuevo retro al look nupcial. Para las bodas de otoño e invierno, las prendas de abrigo han encontrado un nuevo filón dentro de la inestabilidad: capas, chaquetas de punto, abrigos del mismo tejido que el vestido…, así como varios complementos y accesorios que adornan la novia.

El detalle es lo que importa. Sea como sea el estilo nupcial elegido, hay algunas tendencias que se afianzan en los últimos años. Una de ellas tiene que ver con las mangas que están acaparando todo el protagonismo de los vestidos de novia. Se llevan las mangas largas, las mangas puffy, muy fruncidas en codos o puños, las mangas abullonadas y las mangas con hombros muy pronunciados como los blazers inspirados en la década de los 80.
En cuanto a cuellos y escotes, conviven los cortes pronunciados con los cerrados y ganan peso las superposiciones. A su vez, el reinado de las flores se ve amenazado por un nuevo detalle que gana presencia en cada vez más diseños nupciales: las plumas. Un recurso que añade elegancia, delicadeza y movimiento al vestido de novia. Por último, anotamos una curiosidad que percibimos dentro del estilo barroco: el velo vuelve a estar de moda y todo apunta que la tendencia se mantendrá e irá en aumento en los próximos años.

Como fabricantes de tejidos, en Gratacós disponemos de una colección específica, que se renueva cada año, para que las novias puedan encargar el diseño de su propio vestido. En cuanto a tendencias de consumo, sí que observamos ciertos cambios. La organza es uno de nuestros tejidos estrella si tenemos en cuenta que los vestidos de novia más demandados son los que tienen volúmenes, capas y transparencias. Esa organza se trabaja con bordados, encajes de red y hasta flores 3D. También ganan peso los crepes con toques rústicos, los tejidos de efecto arrugado y los brocados. De hecho, hay una demanda creciente hacia la artesanía y un retorno a los detalles como la pasamanería y los bordados. Al otro extremo, los tejidos de satén son ideales para los vestidos lisos, tipo lenceros. También abundan las combinaciones sorprendentes como la rafia de algodón y el mikado de seda que pueden convivir en un mismo vestido.
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La pandemia mundial ha trastocado la industria de la moda tal y como la conocíamos en las últimas dos décadas. Al igual que otros muchos sectores, la industria de la moda está experimentando una revolución hacia lo digital para fortalecerse de esta situación de cambio e incertidumbre y minimizar unos riesgos que no se puede permitir sino quiere naufragar en la deriva. De hecho, el brote de Covid-19 azotó un sector con unas sinergias más frágiles de lo que nos pensábamos: el coronavirus interrumpió las cadenas de producción y distribución a nivel mundial, causando pérdidas en las ventas en tiendas físicas y mermando las interacciones digitales que, a pesar del frenazo, aguantaron el golpe. Esta ruptura con el sistema tradicional de creación, producción, distribución y posterior venta también ha afectado a la exhibición: las pasarelas físicas. Ese entorno íntimo -y mediático- donde la firma o el diseñador presentaba en sociedad de forma teatral sus colecciones hacia sus públicos más valiosos: clientes, influenciadores, comerciales y medios de comunicación, los profesionales de la industria. Parece que, tras la pandemia, este escenario sea más un recuerdo del pasado.
En todo caso, la transición hacia la digitalización, acelerada por la pandemia, está abarcando productos, procesos y eventos, así como el nacimiento de empresas que se dedican exclusivamente en este nuevo campo de expansión. Analizamos algunos aspectos:

Semanas de la Moda y desfiles de moda virtuales
Nos parecía un relato de ciencia ficción, pero no lo ha sido. De hecho, forma parte de la realidad y se ha vivido este verano en las principales capitales de moda como Londres, París, Milán o Shanghái. Las Semanas de la Moda han dejado de existir en su versión física, su única versión. Ya no hay ni photocalls ni paseos de la fama. Ni artistas ni celebridades que muestren los últimos diseños en movimiento delante de una multitud de flashes. En cambio, las pasarelas han encontrado en el soporte digital la continuación de su existencia: han nacido los desfiles de moda virtuales. Ahora se utilizan las nuevas tecnologías para retransmitir los desfiles en falso directo a través de streaming. A través de un link, los responsables de marketing de cada marca se encargan de que los profesionales de la industria puedan seguir las novedades de las últimas colecciones. A pesar de poder ver los detalles, se pierde esa magia del directo donde no todos los matices de las colecciones se observan a través de la vista. Por no decir toda la vivencia en sí que queda reducida a través de una fría pantalla.

Ferias y showrooms
La mayoría de las ferias físicas también han sido canceladas para evitar aglomeraciones. De hecho, no nos podemos imaginar ahora mismo asistir a esos eventos textiles de multitud de expositores, comerciantes, agentes, diseñadores y medios congregados para mostrar los últimos productos. Por ejemplo, la feria internacional de tejidos más importante del sector, la Première Vision París ha anunciado su intención de reorganizar su programa y convertir este evento físico en una iniciativa digital a través de contenido exclusivo y servicios nuevos que se podrán ver y acceder directamente desde casa. Otras ferias comerciales del mundo, como la Pitti Uomo de Florencia y la Premium de Berlín han anunciado próximas ediciones digitales.
En paralelo, cada vez más compañías de moda están experimentando con los showrooms virtuales, alternativas factibles para ayudar a los compradores a ver las colecciones sin la necesidad de desplazarse. De hecho, los negocios se harán cada vez más en el mundo virtual, una alternativa ágil, rápida y directa a los showrooms físicos, a la vez que se reducen gastos en comidas y desplazamientos.

Compra digital y probadores virtuales
No era algo nuevo antes, pero la pandemia ha conseguido que las compras en Internet se afiancen y la tendencia se acelere aún más y englobe a todos los públicos, no solamente a los jóvenes de la Generación Z, digitalmente nativos. De hecho, el temor o la reticencia de los consumidores a volver a las tiendas de antes por miedo al contagio y las reglas de distanciamiento social hacen que la opción más segura sea la compra digital. Y es en este terreno donde se abre un abanico de oportunidades para que las marcas rediseñen la experiencia de compra por Internet. Otro aspecto de la experiencia en tiendas que se ha renovado digitalmente en los últimos años son los probadores. La tendencia en aumento de los consumidores a comprar en línea, agravada por las nuevas preocupaciones sobre la seguridad del uso de los probadores hace que más marcas apuesten por desarrollar probadores digitales con varias fórmulas para que el usuario pueda intuir como le sentará la ropa comprada. Por ejemplo, una de las iniciativas más innovadoras la lanzó Yoox el año pasado permitiendo a los usuarios crear un avatar de sí mismos tomando una foto o subiendo una imagen. Una combinación de inteligencia artificial y tecnología de realidad aumentada convierte esa imagen en un avatar 3D personalizado y permite al comprador ver cómo se vería llevando ciertas prendas de vestir. Fórmulas similares las han utilizado otras empresas de moda como Asos y Gucci.



Y después de Madrid, llegó el turno de la semana de la moda en Barcelona con la nueva edición del 080 Barcelona Fashion celebrada, como es habitual, en el Recinto Modernista de Sant Pau. Este año, la pasarela catalana no tuvo tantos diseñadores ni marcas como anteriores ediciones, pero la iniciativa cubrió estas ausencias locales a través de reafirmar su apuesta por las firmas internacionales y la inclusión de nuevos formatos de exhibición de las colecciones que se adapten a las necesidades de los creadores más pequeños. Una vez más, desde Gratacós seguimos los desfiles de diseñadores y vimos que confían en nuestros tejidos para idear sus propuestas para la próxima temporada Otoño-Invierno. ¡Estos fueron los looks cazados!
Eiko Ai

Esta joven firma barcelonesa debutó en la pasarela catalana con ‘Quantum One’, una colección inspirada en la energía cuántica y en la unidad del cosmos que representa una evolución de su anterior propuesta. Una propuesta femenina de temática galáctica con un amplio abanico de texturas y transparencias. Organzas, flocados, jacquards, acabados metalizados, lentejuelas, tejidos técnicos, vaporosos, satenes y crepes combinados con dibujos florales y de inspiración geométrica con una estampación que precisamente evoca esos mundos mágicos.

Los astros y los destellos de la Vía Láctea influenciaron en la paleta cromática con tonos cargados de luz, colores artificiales, lilas, mentas y luces off White. De las inmensas oscuridades del espacio, surgen el negro azabache y el azul noche. Y de los planetas y materiales cósmicos, brotan los rojos, nudes y rosas intensos.
En su conjunto, Eiko Ai diseñó una colección inspirada en una mujer atrevida y femenina con prendas de diseño delicado y espíritu contemporáneo que destacan por la creación artesanal, la calidad de los materiales y la producción local.
Menchén Tomàs

La nota sofisticada de las últimas ediciones del 080 la añade Menchén Tomàs. Esta vez, Olga Menchén se inspiró en la ajetreada vida nocturna de Manhattan de los años 70. Justo en ese momento del atardecer, cuando abogados, brokers y oficinistas han abandonado las calles y con la caída de la noche aparecen otros personajes en escena de clases, culturas y orígenes variopintos como millonarios, homeless, artistas, DJ’s, chaperos, prostitutas… Una mezcla entre la música disco, la decadencia, las drogas, la escena gay, el mítico Studio 54…

Para dar forma a esta amalgama de gente e inspiraciones nocturnas, Menchén Tomàs se imaginó una propuesta repleta de pantalones acampanados, americanas estructurados, vestidos cortos con volumen, piezas de inspiración oriental, cuellos infinitos, bordados, remates con bies y encaje. Destacaron tejidos que irradian luz, otros fabricados por artesanos y bordados a mano y también estampados únicos.

La paleta cromática utilizada era intensa y contrastada con mezclas imposibles de gran impacto visual: verde pistacho con fucsia, rosa con morados, brillos, lentejuelas, y, como no, blanco y negro.

Juanjo Villalba
Juanjo Villalba Bermúdez abrió la última jornada del 080 dedicada a las colecciones cápsulas presentadas en formatos más libres y abiertos que los tradicionales desfiles, donde hay más margen para la creatividad de cada diseñador con presentaciones que se asemejan a las performances artísticas. Este diseñador aprovechó su participación en la pasarela catalana para presentar su proyecto personal: ‘Mitología emocional’ a través de 12 looks inconexos a simple vista que mantienen su esencia con los detalles. Cada look representaba una historia de amor contada a través del vestuario y donde cada modelo representaba a una divinidad. Al final del desfile, los asistentes podrían acercarse a ver de cerca la colección y tocar las prendas en directo.
Mitología Emocional fue la carta de presentación de Villalba como diseñador -antes trabajaba en marketing de moda- y una apuesta con la que abrirse nuevas oportunidades profesionales en la industria de la moda.
Una vez pasada la nueva edición de la Mercedes-Benz Fashion Madrid, la gran cita con el diseño español, os recopilamos los desfiles más emblemáticos de la pasarela madrileña, así como los looks que cazamos al vuelo donde se exhibieron algunos de nuestros tejidos. ¿Los reconoces? Una vez más, gracias a todos los diseñadores por confiar en Gratacós para mostrar a través de nuestros tejidos, las nuevas creaciones para la temporada Otoño-Invierno 2020/2021.
Dominnico

El debut de Dominnico como diseñador independiente -se quita la etiqueta de joven talento- no defraudó y el joven diseñador alicantino, aprovechó el tirón que le otorgaba la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid para presentar su colección más elegante hasta la fecha en una propuesta llena de referencias al arte y la cultura española. El padre del cubismo, Pablo Picasso; su icónica hija, Paloma; el modernista catalán, Anglada Camarasa; la actriz Ava Gardner, Pedro Almodóvar, Luis Buñuel, la Faraona Lola, Tino Casal, Penélope Cruz, Rossy de Palma y la preciosa Rosalía, todos forman parte del imaginario creativo de Domingo Rodríguez Lárazo, director creativo de esta firma fundada en Barcelona el año 2016.

‘Idolatría’ es una propuesta poderosa que mezcla la sofisticación con el trash. La guían sus músicas habituales de la música y del cine como Lady Gaga, Rita Ora, Ana Castillo, Maggie Civantos, Mina El Hammani y Rosalía que ya han vestido algunas de sus piezas. Una colección repleta de fascinantes texturas, utilizando materiales como el tul flocado, los jacquares de seda flecados, la piel o los mantones de Manila reversionados. La gama cromática de la colección confluye entre el verde lima y el azul eléctrico pasando por el rojo o el blanco iridiscente.

Completaron los looks, las ugly sneakers y las botas extremas que evocan el movimiento punk de los años 70 están hechas en colaboración con la empresa riojana Art Company Shoes. Y los mantones de Manila proceden de la casa Artesanía Nava de Toledo. Dominnico mantenía así su fuerte compromiso con la industria y la cultura españolas.
The2ndskinco

Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández presentaron la propuesta ‘Woodland’ en la que celebran la llegada del otoño como el tiempo de maduración a través de su ADN. Así, la propuesta fue elegante y femenina con toques glitter y evocadores tonalidades tierra impregnadas en múltiples tejidos que emulan precisamente a esta estación del año. Una colección que ofrece una versión contemporánea de un lujo cercano y versátil, apto para un amplio rango de mujeres, con distintos gustos y estilos de vida. La sofisticada sencillez de los diseños y su delicada confección nos hablan del gusto, el oficio y las aspiraciones del equipo que conforma The 2nd Skin Co.
Brain & Beast

Ángel Vilda despunta en la Mercedes. Es original, llamativo y diferente a todo lo visto porqué más allá de la forma, utiliza la moda como canal de transmisión de mensajes que critican la sociedad actual. Un patio de juegos para reírse de algún fenómeno que nos afecta a todos como el individualismo, el narcisismo y la artificialidad en las redes sociales. Así este “enfant terrible” presentó sobre la MBFWM la colección ‘Oasis’ que rompe con lo convencional. A través de dos corrientes claramente diferenciadas en las tonalidades y formas de sus prendas, Brain & Beast mostró la realidad más allá de la pantalla. Y lo hizo con piezas atrevidas que alternan desde estampados impensables hasta mensajes de belleza o superposiciones que jamás se habría pensado conjugar. Vilda se divierte con la moda y nos hace partícipes de la obsesión del like en redes sociales, del excesivo retoque fotográfico y del narcisismo digital que existe especialmente entre los jóvenes.
Juan Vidal

Juan Vidal ganó por cuarta vez el premio a la Mejor Colección de la MBFWM con su propuesta dedicada a la famosa escritora de novela romántica Barbara Carltand. Y fue en este desfile donde exhibió todos los tópicos de la ñoñería: el color rosa, los lazos, los corazones y los ositos de peluche en una puesta en escena muy cuidada que precisamente buscaba descubrir la delicadeza, la dulzura, la infancia y la nostalgia a través de la moda. Destacar algunos vestidos sorprendentes como modelos con flechas de cupido clavadas que se mueven como estambres al caminar; y un traje de novia inspirado en el Diana de Gales. Un desfile extra femenino que, al igual que las novelas de Cartland, tuvo final feliz.
Moisés Nieto

Moisés Nieto salió de Ifema para presentar en la Facultad de Bellas Artes de Madrid su colección para el próximo otoño. El diseñador jiennense exhibió su colección más pequeña hasta la fecha apostando por alejarse de las tendencias y apostando por un armario más atemporal a través de siluetas de líneas puristas que reivindican la forma, el color y la textura. Los blazers, abrigos y gabardinas, piezas icónicas del diseñador, son las protagonistas de su propuesta para el próximo invierno.


Si algo nos ha definido desde los inicios es nuestra firme apuesta por los escaparates que decoran el espacio que tenemos en Barcelona. Somos conscientes que son nuestra carta de presentación, el primer punto visual de atracción y “conquista” del cliente y representan una oportunidad única para que la creatividad de los diseñadores fluya de la mano de nuestros tejidos de temporada creando escenarios oníricos. Ante tal expectativa, ¿quién se resiste a dejar fluir la locura imaginativa de los actuales creadores de moda? Es más, nos gusta que experimenten, nos sorprendan y que enganchen a primera vista. Una innovadora puesta en escena de los tejidos Gratacós en combinaciones que sobrepasan nuestras expectativas. Es más, cuánto más disruptivo es el escaparate, ¡mejor!
En 2019, contamos con el apoyo de varios artistas que dejaron su huella a través de nuestros escaparates y que, para cerrar el año pasado, queremos recordar en un pequeño homenaje. ¿Tenéis alguno preferido? ¿Cuál os ha gustado más? Repasamos los más destacados:

Febrero 2019. Tiempo de lluvia
La lluvia protagonizó el escaparate del mes más efímero del calendario en una obra firmada por Antonio Iglesias. El interiorista barcelonés envolvió la maniquí con un delicado tul plumeti en rosa pálido para darle un matiz frágil y nostálgico, en contraste con los paraguas negros con estampado de topos que acompañaban a la modelo. Un contraste cromático con un mismo denominador común: los lunares.

Marzo 2019. El despertar floral
El inicio de la primavera marcó la temática de un escaparate floral que coincidió con la presentación de la nueva temporada de tejidos. Antonio Iglesias captó la esencia de toda esta renovación, a través de un escaparate en tonos rosados en el que destacaba una cortina de tul con pétalos insertados que rodeaban a la maniquí, vestida con uno de los crepes florales que más éxito tuvo en la pasada colección.

Abril 2019. Moulage nupcial
Abril es el mes de las novias y desde Gratacós, reservamos este escaparate a una de las ganadoras del concurso de moulage del postgrado de diseño de vestidos de novia de IED Barcelona. Una oportunidad única para dar a conocer el trabajo de las nuevas generaciones del diseño nupcial. En este caso, fue la alumna Katia Combatti la que elaboró este espectacular vestido de novia de grandes volúmenes en las mangas, siguiendo los pasos de esta singular técnica de corte y confección.

Mayo 2019. La moda ilustrada
Cuando la moda dialoga con otras disciplinas como la ilustración, puedes surgir creatividades tan fascinantes como la que nos preparó Joel Miñana para el escaparate del mes de las flores. El reconocido ilustrador catalán capaz de captar la esencia de los momentos de la moda que se escapan a la fotografía ideó cómo quería que fuera vestida la maniquí: con tejidos de textura contrastada en tonos verdosos y complementos modernos. ¡Basta con ver el resultado!

Junio 2019. Esencia Brain&Beast
Ángel Vilda, diseñador y cara más visible de Brain&Beast transformó el escaparate de Gratacós en uno de sus delirios creativos marcados por la crítica y el doble rasero al cual le encanta jugar a través de su transgresora firma. No faltaron elementos de la cultura popular, los colores contrastados y todo lujo de detalles que forman parte del peculiar universo Brain&Beast. Quien los conoce ya sabe de qué pie calzan…

Septiembre 2019. Las Harajuku Kids de Dominnico
2019 ha sido el año del despegue para Dominnico. Más allá de sus colaboraciones con Rosalía, el joven diseñador alicantino, ganó, el pasado mes de julio, el premio Mercedes-Benz Fashion Talent entre las firmas jóvenes que desfilan en el EGO de Cibeles. La colección premiada ‘Harajuku Kids’, inspirada en las histriónicas tribus urbanas de Japón se elaboró con algunos de los tejidos más especiales de la pasada colección de primavera. El escaparate reprodujo alguno de los looks clave de la sorprendente propuesta.

Noviembre 2019. Eclecticismo juvenil
En Gratacós, nos gusta dar una oportunidad a los que empiezan. Por eso nuestro escaparate es también en ocasiones un soporte experimental donde son los jóvenes talentos los que ponen sus propios límites. Los alumnos de diseño del Institut Català de la Moda (ICM) crearon un escaparate ecléctico con algunos de sus outfits más identificativos con sorprendentes tejidos de la actual colección otoño-invierno 2019/2020. Una propuesta fresca y ecléctica a partes iguales.

Diciembre 2019. El ángel que deslumbra
El último escaparate del año fue sublime protagonizado por un look inspirado en la fuerza y la bondad de un ángel para expresar la feminidad más glamurosa y sofisticada, coincidiendo también con las fechas navideñas. Lo concebieron los alumnos de IED Barcelona que idearon un impactante look femenino en tonos rosados que empoderó y atrajo todas las miradas. ¡Un escaparate inolvidable!
Mircoles 20 noviembre 2019

Un homenaje al diseño, a la creatividad y al talento emergente. Eso es exactamente lo que se ha celebrado esta semana en el Museo Guggenheim Bilbao con el 25 aniversario de IED (Escuela Superior de Diseño) en España. Entre otras actividades, la reputada escuela de moda y diseño quiso recordar la efeméride con un impresionante desfile de moda en la que participaron diseñadores nacionales e internacionales que se han formado en las aulas de IED Madrid y IED Barcelona, desde que la institución aterrizó en Madrid en el año 1994. Gratacós también participó en esta exhibición de jóvenes creadores colaborando a través de tejidos que cobraron forma de exuberantes prendas en la pasarela. De hecho, forma parte de nuestro compromiso como empresa apoyar a las escuelas que ayudan a instruir a los futuros diseñadores.

Un desfile de jóvenes promesas de la moda española
Bajo el nombre “25 diseñando el futuro”, la escuela IED agrupó en un mismo desfile a 25 colecciones distintas firmadas por exalumnos del IED Madrid y IED Barcelona que fueron los encargados de plasmar el pasado, el presente y el futuro de la escuela. Un evento que se enmarcó en el programa TopArte del Museo Guggenheim Bilbao, con ocasión de la celebración de la Bilbao Bizkaia Design Week. Nombres reconocidos que participan asiduamente en las principales pasarelas españolas como Moisés Nieto, Carlota Barrera o Cristina Tamborero desfilaron conjuntamente con otros sellos de autor emergente en una muestra ecléctica de prendas y visiones que destacan la individualidad de los diseñadores procedentes de diferentes partes del territorio nacional y también de países como Italia, Brasil, Rumanía, Israel, México o Reino Unido, entre otros. “La moda es el medio más potente de expresión de la identidad de los seres humanos. Es el conector y colector de los sueños, las pulsiones, las preocupaciones, las inspiraciones de las personas… y por ello, queremos mostrar un mosaico representativo del talento IED de los últimos 25 años”, explicaba Alessandro Manetti, CEO del IED en España para justificar este potente desfile.

“El IED ha dejado como herencia una importante generación de diseñadores que promueven la cultura
y la sensibilidad del diseño por todo el mundo” – Alessandro Manetti
Los looks elegidos de cada diseñador participante tenían la intención de definir el futuro de la moda y reflejar los desafíos que el sector presenta en la actualidad con propuestas realizadas bajo una mirada sostenible, diseños conceptuales y de vanguardia, delicadas piezas confeccionadas a mano y de producción local o vestidos de fiesta para grandes celebraciones que siguen las técnicas de la alta costura. “El IED ha dejado como herencia una importante generación de diseñadores que promueven la cultura y la sensibilidad del diseño por todo el mundo”, añadía Manetti. Además, para la ocasión un exalumno del IED Madrid, una del IED Barcelona y otro del IED Milán crearon dos looks cada uno para el evento en homenaje al 60 aniversario de la construcción del Museo Guggenheim de Nueva York, diseñado por el arquitecto Frank Lloyd Wright. Las formas curvas en espiral, la delicadeza de las piezas de arte expuestas en él o la opulencia de la arquitectura del edificio han inspirado los diseños, algunos de los cuales se han fabricado con nuestros tejidos que ofrecimos para la celebración.

Un evento lleno de caras conocidas
Este desfile conmemorativo de los 25 años de IED contó también el apoyo y asistencia de importantes celebridades vinculadas con el mundo de la moda como la actriz Rosy de Palma; la crítica internacional estadounidense Diane Pernet; la experta en moda belga Francine Pairon, o el diseñador Custo Dalmau, que acompañaban a Pilar Pasamontes, directora científica de Moda del IED y a Julia Weems y Mosiés Nieto, directores del área de moda del IED Barcelona y Madrid respectivamente. Entre el casting de modelos, se encontraba Palito Dominguín, hermana de Bimba Bosé e hija de Lucía Dominguín, y la modelo Bet Callieri quien se ocuparon de cerrar el desfile.
Fue un placer colaborar en este evento único de celebración del IED y desde Gratacós estamos ansiosos de ver todo lo que está por venir.
¡A por 25 años más!
