Color naranja

Jueves 26 mayo 2022

Naranja, el color de la singularidad

El naranja es un color más común de lo que pensamos, aunque su papel en la historia siempre ha quedado relegado en segundo plano. Esta tonalidad híbrida entre el rojo y el amarillo provoca una reacción inmediata cuando se la reconoce. Activa, estimula, sorprende y divierte. No en vano, este llamativo color siempre está vinculado con lo poco convencional. Su singularidad ha desempeñado un rol importante en el arte, la historia y el diseño. Desde la antigüedad el naranja estaba presente en rituales del Antiguo Egipcio, se ha considerado un color sagrado en varias culturas asiáticas y ha llegado a enamorar artistas como Vincent van Gogh y Toulouse-Lautrec que usaron el naranja en sus pinturas. Os contamos algunas anécdotas de este color exótico, a menudo subestimado. 

El naranja en la antigüedad

Los antiguos egipcios fueron los primeros en utilizar una tonalidad entre amarillo y naranja que extraían del mineral rejalgar para decorar sus tumbas. El pigmento que se extraía era tóxico -contiene arsénico- y era utilizado por los chinos para ahuyentar las serpientes, además de ser empleado en la medicina tradicional del páis. Otro mineral relacionado, el oropimente también era usado como pigmento y se la consideraba un producto comercial de gran valor en la antigua Roma. En la Edad Media el pigmento anaranjado fue utilizado durante la Edad Media en los manuscritos.

En Asia, el naranja fue considerado un símbolo con diferentes interpretaciones según la cultura de cada país. Esta tonalidad está presente en muchas de las religiones asiáticas. En el budismo, el naranja es un color sagrado: se le considera el tono de la iluminación y la búsqueda del conocimiento y por eso, la indumentaria de los monjes budistas es tradicionalmente de este color. Para el confucianismo, el naranja simboliza el color de la transformación. En el hinduismo, el vestido que lleva Krishna -una de las deidades personificadas más veneradas- es siempre de esta brillante tonalidad. El nombre del color en India y China deriva del azafrán que a su vez era el tinte más caro de los dos países. Estas potencias asiáticas consideraban que el naranja representaba el balance equilibrado entre la perfección del amarillo y el poder del rojo.

Un color sin nombre

En Asia el naranja era una tonalidad venerada. En cambio, en Europa el color no tuvo nombre hasta el siglo XVI cuando los comerciantes portugueses trajeron de India y China, las frutas más exóticas del momento: naranjas y mandarinas, teñidas de un color que los europeos llamaban hasta entonces amarillo rojizo. Este llamativo color importado del Lejano Oriente a través de los naranjos se le asignó el nombre de la propia fruta. Naranja en español, orange en inglés, arancia en italiano y laranja en portugués. 

Otra curiosidad: hoy en día el naranja es un color que conecta a nivel psicológico con el mundo de los sabores y resulta agradable a la vista cuando se le vincula con la comida. Melocotones, albaricoques, mangos, zanahorias, langostinos, gambas, salmón, calabazas, curry… El naranja puede ser un color apetitoso, ¿verdad?

El naranja en el arte

En el arte occidental europeo, el uso del naranja se volvió común a partir del siglo XIX, cuando se produjo el primer pigmento naranja sintético llamado cromo anaranjado. Esta tonalidad fue la favorita de los pintores prerrafaelitas e impresionistas, quienes hicieron uso del color para capturar los efectos de la luz natural. Artistas como Monet, Gauguin, Renoir y Toulouse-Lautrec usaron ampliamente el color para provocar sentimientos de calidez, evasión y diversión. Si hay un artista que se le vinculó directamente con el color naranja fue Vincent van Gogh, que a través de la pintura mezclaba sus propias tonalidades de naranja y las usaba en contraste con los azules y los púrpuras característicos de su trabajo.

Un color de temporada en 2022

Aunque Pantone coronó en 2022 el lila Very Peri como el color del año, lo cierto es que la industria de la moda parece haber puesto el ojo a un tono más intenso y vitalista para levantar el ánimo. En pasarelas a través de las colecciones de verano y pre-fall, en el street style de las fashion weeks, en escaparates de las grandes firmas… el naranja se ha alzado como uno de los tonos estrella de la temporada en todas sus gamas posibles. 

El naranja ha estado presente en la actual colección SS22 de Christian Siriano, Collina Strada o Proenza Schouler, transmitiendo optimismo y alegría a la ropa presentada, pero es en las colecciones de transición cuando cobra más fuerza. Por ejemplo, Erdem es una de las firmas que, ha apostado por este color, pero en sus versiones más soft como el naranja caldera para vestidos satinados con motivos en negro y looks que juegan con las texturas y utilizan el mismo tono. Por su parte, Chloé se ha decantado por las tonalidades pastel dándole un aspecto menos agresivo. Oscar de la Renta le ha dado al naranja matices rojizos, siempre acompañado a otros colores o en formato bolso. En cambio, Gucci ha apostado esta temporada por un naranja vitaminado que tiñe una falda a varias capas en el mismo tono. 

El namarillo vuelve a pisar con fuerza en las pasarelas. Una tonalidad híbrida a medio camino entre el naranja y el amarillo que se popularizó en 2016 entre las colecciones de primavera y causó furor por su vistosidad y luminosidad, siendo el tono del verano de entonces. Ahora, Prabal Gurung ha recuperado este tono vitamínico y lo ha incorporado en gran parte de los looks de su última colección. En un tono algo más apagado, Staud lo ha convertido en conjuntos de punto con microshorts y Chanel en monos que son el sello de su directora creativa, Virginie Viard.

¿Cómo combinarlo?

En ocasiones lo que se ve en la pasarela no necesariamente acaba llevándose en la calle. Y el naranja seduce a primera vista, pero no es un color fácil de llevar ni tampoco discreto. Aún así, el street style de los prescriptores de moda o los looks expuestos por las celebridades en las red carpets son la mejor referencia para demostrar las posibilidades cromáticas que tiene el naranja en el armario. 

La forma más sencilla de iniciarse en el color naranja es hacerlo en pequeñas dosis a través de una sola prenda o relegándolo simplemente en los accesorios. Los tonos que siempre van bien con el naranja son los neutros: blanco, negro y tonalidades beiges o maquillaje que creen un efecto base. Por el contrario, si tu nivel de atrevimiento es elevado el naranja sienta de maravilla en clave total look a través de vestidos, trajes chaqueta o combinaciones de top con faldas. En cuanto a combinaciones arriesgadas que potencian este color vitamínico hay algunas muy repetidas en pasarela que fluyen por su contraste: naranja con fucsia para un máximo atrevimiento; naranja con verde intenso para jugar con los complementarios; naranja con azul celeste o rosa palo para rebajar la intensidad; naranja con morado para aclamar protagonismo; naranja con gris para los días lluviosos, o evidentemente, naranja con naranja para un juego visual armónico. ¡Este color acepta más tonos de los que habrías imaginado!

Por último, te mostramos algunos de nuestros tejidos más vitamínicos de la nueva temporada. ¿Qué te imaginas diseñar con ellos?

Jueves 28 junio 2018

Cóctel de vitaminas

En moda y hablando en términos generales, ¿qué nos pasa con el naranja? Es atrayente a simple vista, favorece el tono de piel y enciende con su vitalidad las prendas en tonalidades neutras, avivando cualquier look de verano o invierno. Sabiendo sus puntos fuertes, ¿por qué a l@s consumidores se muestran reticentes en apostar por este color? A continuación, situamos el naranja en el sitio que se merece.

Es verdad, el naranja no es un color fácil de llevar y el exceso de estridencia, que en ocasiones conlleva los tonos más encendidos, hace que no simpatice con la mayoría. Sin embargo, son muchas las celebrities y los profesionales de la industria que han apostado por esta tonalidad en lo que llevamos de año en los street style de las principales pasarelas de moda. Y si el sector se ha rendido al radiante amarillo, el tono más difícil de todos, ¿por qué no le iba a pasar lo mismo al naranja?

El naranja es un color cálido que irradia entusiasmo, energía, alegría y frescura. Es el tono con el que se vincula la creatividad, la diversión, el triunfo y la espontaneidad. Un tono que puede ser vibrante y apagado a su vez, sin que, por ello pierda todos sus atributos. Esta temporada Primavera-Verano 2018, el color que ha predominado en la pasarela es el llamado Safety Orange, según Pantone. Un tono llamativo y brillante, que tira hacia el neón y que atrae todas las miradas. Un color irónicamente traducido como “naranja de seguridad” que contrasta con el resto y raramente pasa desapercibido, por no decir que es prácticamente imposible. Firmas como Jeremy Scott, Tom Ford, Adam Selman, Marc Jacobs o Calvin Klein no han dudado en sacarlo en escena.

¿Y cómo se combina? La primera opción y la más atrevida es llevarlo en su versión total look: de pies a cabeza con el mismo tono o variando la tonalidad hacia otras más pálidas como el melocotón: una prenda encendida con otra apagada. En este caso funciona con un vestido largo, mono o un conjunto dos piezas. La combinación más atrevida sería con el rosa fucsia o el azul Klein creando atrayentes bloques de color. La segunda opción conlleva apostar por una prenda en naranja que resulte excesiva que y que resalte todo el look. El resto por lo tanto tendrá que combinarse con tonos neutros como nudes, tierras, beiges o rosa maquillaje para que no le roben protagonismo a la prenda. Una buena idea por ejemplo sería el de apostar por una chaqueta con suaves texturas o un blazer estampado donde el naranja sea el color protagonista. El naranja también funciona muy bien con vaqueros y prendas en denim, aportando ese punto de jovialidad y desenfado a cualquier atuendo. Por último, una combinación que también funciona consiste en delegar este enérgico color en un modesto segundo plano jugando solo con los complementos como bolsos o zapatos. ¡Cualquier detalle cuenta!

En Gratacós nos gusta el naranja en cualquier temporada. Ya sea en sus versiones más encendidas en sedas, tules o gasas, o en tonos pastel en sutiles Jacquard o bordados de finas texturas. También nos gusta el estampado donde el naranja se entremezcla con otras coloraciones en forma de flores, rayas o prints de fantasía, para citar un par de ejemplos. ¡Te invitamos a qué descubras toda la selección!