Jueves 25 abril 2019

Tendencias nupciales para 2020

Barcelona se ha convertido esta semana en la capital mundial de la moda nupcial con la mayor edición hasta la fecha de la Valmont Barcelona Bridal Fashion Week que pone sus focos, como es habitual, en la creatividad, el talento y el diseño como elementos clave para la innovación e internacionalización de la industria “del compromiso”. Una cita líder mundial que revaloriza la capital condal y pone en contacto a todos los protagonistas del wedding business.

Como creador y productor de tejidos nupciales, ponemos especial énfasis en conocer algunas de las tendencias que marcan el sector, más allá de los shows y los networkings, y en las últimas temporadas hemos observado cambios en los diseños de las grandes firmas que se deben en parte a las preferencias y necesidades de las novias millennial, las que actualmente ocupan el grueso del consumo de la moda nupcial actual.

Estas son algunas tendencias observadas que ya están incidiendo en las colecciones actuales y en las presentadas para 2020.

1. Blanco sí, pero no tanto

Afirmar que el blanco ya no es el color de las novias actuales nos parece una temeridad porque a pesar de las modas y los cambios de gustos en las consumidoras, el vestido en riguroso blanco mantiene su lideraje. Sí que es verdad que se van introduciendo los falsos blancos y los neutros: tonos marfil, hueso, clara de huevo, champagne… que le dan una apariencia vintage y el color en ocasiones, se mantiene relegado en pequeños detalles como lazos, bordados, gargantillas, coronas, complementos…

Lo más transgresor del momento lo protagoniza el éxito del rosa que también irrumpe en el sector nupcial. De las versiones más pálidas que son las preferidas para dar el sí quiero a las más subidas de tono que se mantienen como una opción aún residual. La empresaria Marta Ortega y la cantante Mandy Moore se decantaron precisamente por un vestido de color rosa o, al menos incluyeron un diseño de este color en un cambio de vestuario.

2. La opción vintage

La sostenibilidad y el factor ambiental también incide en la moda nupcial con la elección de vestidos vintage y piezas de segunda mano que pasan de generación en generación, o bien se adquieren en tiendas especializadas como un nuevo tesoro. Una tendencia en auge de dar una segunda oportunidad a prendas que en ocasiones solo se utilizan una vez en la vida y que, en ocasiones, se aprovechan también para combinarlas con otros atuendos, más allá del terreno nupcial. También hay un cierto interés por apostar por tejidos naturales y orgánicos, que minimicen el daño ambiental. Otras novias simplemente se inspiran en los looks nupciales de otras décadas para copiar vestidos y siluetas de las actrices de moda en la década de los 60 y 70.

3. El vestido ya no es lo que era

El vestido tradicional continúa siendo el uniforme oficial de la mayoría de las novias. Aún así, en los últimos años hemos visto numerosas transformaciones en los cortes y las siluetas que afectan a la estética que rodea a esta prenda milenaria. Así, por ejemplo, el largo hasta los pies convive con otras opciones más cortas o el estilo romántico con grandes volúmenes se ve eclipsado en ocasiones por otras propuestas más minimalistas y urbanas para novias que buscan comodidad y pocas estridencias. Triunfan también las combinaciones en dos piezas con cuerpo ceñido tipo crop top y falda voluminosa o tipo sirena. Una propuesta juvenil que acepta un sinfín de conjuntos. También aparecen los bolsillos delanteros en los vestidos y las faldas con volumen, las manos nunca se habían lucido tan escondidas dentro del vestido.

Otra opción que gana fuerza son los trajes chaqueta que ya no se destinan solo a las bodas civiles o a las segundas nupcias. Cada vez hay más diseños que apuestan por estos conjuntos dos piezas con faldas pantalón que en ocasiones también se presentan con largas colas desmontables

4. Tejidos y otros detalles

La novia sensual busca transparencias con tejidos tipo tul combinados con bordados florales, encajes y plumetis. Los cortes se agudizan con impresionantes escotes por delante y por detrás, así como en los laterales: la apertura a la altura de la pierna que tantas actrices han popularizado en la alfombra roja. Las flores continúan siendo protagonistas a través también de los tejidos que les rinden homenaje de una forma más evidente con aplicaciones, adornos y pedrerías con otras más sutiles con suaves jacquards o delicados encajes que le dan ese punto romántico. La organza y el tul se destinan a potenciar el volumen, mientras que otros tejidos como el crepé son los preferidos para aportar movimiento.

En definitiva, las novias mantienen su buque insignia: el vestido blanco tradicional, pero este se va modificando atendiendo a los gustos y las necesidades de las novias de cada época. En Gratacós te proponemos algunos tejidos nupciales inspirados en estas tendencias y te invitamos a nuestro espacio para que compruebes in situ la variedad de la nueva propuesta.