Jueves 21 mayo 2020

La moda se pone la mascarilla

Llevar mascarilla es ya un imperativo. Sí o sí. Es un accesorio obligatorio que hay que llevar en los espacios públicos como medida de protección de posibles contagios en este retorno hacia la nueva normalidad que experimentamos por primera vez todos juntos como sociedad. La pandemia del coronavirus ha sacudido todos nuestros cimientos, afectando también a algo tan banal como es nuestro atuendo en la calle. Precisamente, este accesorio imprescindible durante el encierro ha llegado para quedarse un tiempo, al menos durante este 2020. De toda crisis siempre surge una oportunidad y la industria de la moda, golpeada de lleno por la interrupción de la producción y el consumo, ha encontrado en la mascarilla una vía de escape para mercantilizar un nuevo complemento que nos acompañará donde vayamos como medida de higiene.

La apuesta de las marcas y los diseñadores por este producto inesperado es más que segura. En pocas semanas, todos se han lanzado a producir sus propios diseños. Dentro del sector del lujo, firmas como Gucci, Louis Vuitton, Fendi y Off-White han presentado los nuevos artículos de tendencia, que en algunos casos, siguen siendo verdaderos accesorios de lujo. Hasta 200 euros puede costar una mascarilla “con pedigrí”. Las celebrities también han visto un filón para mantener su popularidad y ganar un dinero extra. ¡Que se lo digan a Kim Kardashian! La voluptuosa socialité estadounidense lanzó recientemente una colección de mascarillas con un resultado demoledor: se agotaron en una hora. El low cost también ha oído la llamada para revitalizar el consumo a través de este accesorio. Por ejemplo, el gigante Inditex ya tiene disponible en los catálogos online de dos de sus marcas más conocidas (Bershka y Stradivarius), una colección de mascarillas. De hecho, las modelos de sus campañas ya las lucen acompañadas con sus vaqueros y los tops de moda. El mensaje queda claro: la mascarilla se ha convertido ya en una pieza de ropa normalizada dentro de nuestro vestuario diario. Hasta la cadena de supermercados Lidl anunció un acuerdo con Agatha Ruiz de la Prada para dar algo de alegría a sus mascarillas. Y es que, como apuntan los expertos del sector, “se necesita creatividad e ingenio para dar color a los tiempos oscuros  del COVID-19”.

Un accesorio de diseño

Los diseñadores españoles tampoco se han quedado de brazos cruzados y han querido elaborar propuestas que mantienen sus rasgos identificativos. La esencia nunca hay que perderla. Destaca por ejemplo, la alianza creativa entre Dominnico y Pezones Revueltos para crear cuatro innovadoras mascarillas. Así, el diseñador alicantino Domingo Rodríguez Lázaro y la ilustradora María Bueno han impulsado una colección cápsula inspirada en princesas de cuento modernas. Y entre esos modelos, podréis identificar algunos de nuestros tejidos, lo cual nos encanta. 

Otro diseñador pionero en crear su propia mascarilla ha sido Juan Carlos Pajares. El diseñador manchego lanzó en abril un colorido diseño solidario cuyos beneficios se destinaban para recursos sanitarios. Y ahora, Pajares incorpora este complemento en sus looks de verano, como un accesorio más. De hecho, si os fijáis también reconoceréis el tejido de esta mascarilla de diseño.

Quién fue un paso más allá fue Miriam Ponsa y Josep Abril que reinventaron sus marcas para producir equipos de protección para garantizar la seguridad ante el coronavirus. En un inicio, los diseñadores catalanes crearon prototipos de bata y mascarillas para dar un giro a su producción y centrarse en cubrir las necesidades de protección. Ahora, con la desescalada mantienen sus diseños de mascarillas como un accesorio más de sus colecciones.

Por último, destacamos también la propuesta de Closca Design. Una empresa valenciana dedicada a la creación de cascos de bicicleta y otros accesorios urbanos, que ha ampliado su negocio con una línea de mascarillas de diseño funcional, sostenible y estético. Este accesorio está pensado para durar ya que se puede lavar, es plegable y se adapta a distintos rostros porque tiene un cierre de velcro. La empresa asegura que la función anticoronavirus se consigue con los mismos filtros que se utilizan en las mascarillas FFP2, homologadas para esta lucha.

Más allá de las grandes marcas o los diseñadores de prestigio es importante destacar que también se ha generado una red de particulares y pequeñas empresas del sector textil que se han lanzado a ofrecer sus propias mascarillas con opciones personalizables que afectan especialmente a la elección de telas a gusto del consumidor. En este aspecto, os adelantamos que desde Gratacós también impulsaremos en breve nuestra propia línea de mascarillas. Un interesante proyecto que os desvelaremos en junio con los tejidos de nuestras colecciones. ¡No pierdas el hilo!