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Martes 12 marzo 2024

La estética coquette también triunfa en primavera

Lazos, volantes, tonos pastel y vestidos baby doll se fusionan para elevar un estilo hiperfemenino de alma barroca que busca la artificiosidad. El maximalismo se despliega en todo su esplendor. Nos referimos a la estética coquette, cuyo reinado parece no vislumbrar su fin, al menos en esta temporada primavera-verano que acabamos de iniciar. Si bien esta tendencia no es realmente nueva, en los últimos meses ha alcanzado un nivel de viralidad notable en las redes sociales, específicamente en TikTok a principios de 2024. Con la etiqueta #coquette, esta plataforma de vídeos instantáneos, que cautiva especialmente a la Generación Z, acumulaba más de 18 mil millones de visualizaciones. Esta cifra supera con creces a su principal competidora, Instagram, que registraba cerca de 1,5 millones de publicaciones relacionadas.

Este fenómeno evidencia cómo una estética que parecía relegada al olvido, a excepción de ciertas tribus urbanas japonesas, resurge con fuerza y vuelve a situarse en el centro de atención de la moda actual. Ya sabemos que a la nueva generación de jóvenes les fascina el elemento nostálgico, en un fenómeno que los expertos han calificado como un revisionismo estético de tendencias del pasado.

¿Cómo se identifica el estilo coquette?

Entre todas las descripciones ofrecidas para definir este estilo que fusiona a la perfección feminidad, inocencia, dulzura y suavidad, destaca la proporcionada por la estilista Marisa Ledford en la revista People, quien lo describe como “un estilo hiperfemenino que hace referencia a la época victoriana de la Regencia, donde los vestidos de muñeca, los volantes, los lazos y los colores pastel son los elementos distintivos”.

Esta corriente experimentó un repunte en 2010, coincidiendo con dos fenómenos culturales que generaron gran interés durante meses y que, a su vez, alimentaron la industria de la moda: el estreno de la película ‘María Antonieta‘ de Sofia Coppola y el ascenso de Lana del Rey como uno de sus principales iconos de estilo. De hecho, la cantante y compositora volvió a estar en boca de todos recientemente gracias a la campaña que protagonizó para la firma Skims con motivo de la celebración de San Valentín. Esta campaña incluía todas las referencias que identifican a la corriente coqueta: lazos en abundancia, transparencias, gatos y tejidos delicados como el satén y el encaje.

Recientemente, otro fenómeno cinematográfico ha dado un nuevo impulso al estilo hiperfemenino y, de paso, hiperbólico: la película de ciencia ficción ganadora del Oscar, ‘Poor Things‘, que ha obtenido, entre otras distinciones, el premio al mejor vestuario. Esta película caracteriza a su protagonista, Bella Baxter, como una mujer victoriana con un guardarropa que revoluciona lo clásico al mantener una mirada contemporánea que se refleja en cada uno de los excéntricos y estimulantes looks en cuanto a forma, volumen, relieve y color. Creaciones como vestidos de volantes y mangas abullonadas, bombachos victorianos, largas batas de seda o fastuosos camisones dejan al espectador boquiabierto y recuerdan al estilo en cuestión: lo coquette engancha.

Por otro lado, el hecho de que esta tendencia siga más viva que nunca también queda corroborado por marcas de moda que hacen del estilo coquette su seña de identidad habitual. Por ejemplo, en su colección de primavera-verano 2024, Rodarte se inspiró en un jardín de flores y en las siluetas de la década de los 30. Asimismo, Simone Rocha presentó para la misma temporada lazos voluminosos, encaje, tul y flores como los grandes protagonistas de su colección, tanto en su propuesta femenina como masculina. No es necesario revisar las tendencias de las grandes marcas, ya que también los pequeños diseñadores apuestan por este estilo que realza la feminidad aniñada. Por ejemplo, las creaciones de Quique Vidal a través de Becomely, su alter ego en moda, o las fantasías de Anel Yaos. En la colección presentada el año pasado en la pasarela 080 Barcelona Fashion, había claras alusiones a esta estética en una propuesta que exploraba los sentimientos más personales a través de gasas, transparencias y tonos pastel.

Origen histórico de la estética 

La palabra “coquette” proviene del francés y significa coqueta. Como estilo, toma elementos de la indumentaria del siglo XVIII, con una fuerte inspiración en el rococó tardío de la reina María Antonieta, de la cual incorpora elementos decorativos de la ropa como los moños y el encaje. De igual manera, se basa en el “infame” vestido chemise à la reine, una prenda generalmente confeccionada en algodón y utilizada como ropa interior, pero que María Antonieta transformó en muselina semitransparente, con volados en el pecho y las mangas, con el cual la reina decidió pasar sus días en el campo.

Quizás el elemento más icónico del estilo coquette, o al menos el más fácil de distinguir, es el lazo o moño, que se utiliza tanto en el cabello como en la ropa. Este uso se remonta a la moda del período romántico, a finales del mismo siglo XVIII y principios del XIX, cuando después de las revoluciones y el surgimiento de las Repúblicas, la feminidad volvió a ser relevante. Esto se reflejó en la vestimenta y en los adornos de la ropa como un elemento asociado con la clase social, ya que en su mayoría ya no había monarquías.

Una tendencia enraizada en la calle

A pesar de que estos orígenes se remontan varios siglos atrás, su llegada a la moda actual se enmarca en el revisionismo de la Generación Z, que ahora recurre a diversas estéticas de los años 90 y 2000. Otro factor que contribuye al triunfo de este estilo es cómo ha conquistado los looks urbanos. Así, lejos de saturarse, son las propias influencers y prescriptoras de moda quienes protagonizan las imágenes de street style más comentadas y, ciertamente, no parecen estar cansadas de esta tendencia. Durante la pasada temporada de desfiles, no era difícil encontrar referencias a esta corriente: lazos adornando todo tipo de prendas, ya sean más o menos extravagantes, más o menos románticas, presentes en el cabello e incluso adheridos al rostro, así como alusiones al universo infantil, como la combinación habitual de zapatos con calcetines de calados y lazos, y la paleta de colores pastel. Sin olvidar las alfombras rojas por las que desfilan las estrellas de Hollywood. De hecho, el estilo coquette también ha protagonizado algunos looks en la celebración de los Oscar 2024. Lo atestiguan los estilistas que vistieron a actrices como Ariana Grande, quien deslumbró en la red carpet con un modelo rosa abullonado con escote de palabra de honor y cola de Giambattista Valli Couture. También Chloë Sevigny y Sofia Vergara, quienes lucieron lazos coquetos en las after-parties de los Oscar.

En Gratacós, también hemos querido rendir nuestro propio homenaje al estilo coquette con una selección de nuestros tejidos de la nueva temporada, para que te inspires y puedas crear tus propios diseños dentro de esta estética tan femenina, fantasiosa y aniñada.

Martes 16 enero 2024

Una tormenta de nieve y estilo

Aya Jones by Txema Yeste for Harper’s Bazaar US. September 2019

Iniciamos el nuevo año sumergiéndonos en el mes más frío del calendario, cuando el invierno despliega todo su esplendor. En esta travesía inspiradora, exploramos los deslumbrantes paisajes glaciares: los techos nevados de nuestro planeta, las vastas extensiones inhóspitas cubiertas por un manto de nieve y hielo, y los abrumadores polos, donde el cielo y la tierra apenas se distinguen, y el espectro de blancos se apodera de una paleta de colores homogénea, donde cada pequeño matiz cromático es ampliamente perceptible.

Esta naturaleza helada, de carácter agreste y salvaje, donde la vida lucha por abrirse camino, también está cargada de belleza. Además, ha adquirido notoriedad recientemente gracias a éxitos cinematográficos como ‘La sociedad de la nieve’ de J.A. Bayona, que lidera las nominaciones de los Goya, y a series como ‘True Detective’ y ‘Fargo’, que han vuelto a poner en primer plano los impresionantes paisajes de Alaska, Minnesota y Dakota del Norte, convirtiéndolos en escenarios perfectos para tramas criminales en cada temporada.

Más allá de una tendencia estacional

La moda ha caído rendida ante el atractivo de los universos helados, incorporando a su repertorio la influencia de la vestimenta alpina inspirada en los deportes de alta montaña. Esta tendencia ha ido en aumento en los últimos años, manifestándose a través de colecciones après-ski que proponen prendas y accesorios tanto para dentro como fuera de las pistas. Inicialmente impulsada por las firmas más prestigiosas del sector, la estrategia fue adoptada posteriormente por grandes distribuidoras de moda, entre ellas Zara, que ha lanzado su propia colección de esquí.

Los paisajes helados también han servido de musa para numerosos diseñadores que encuentran en estos entornos desconocidos, distantes y misteriosos, fuentes de inspiración frescas para estructurar sus colecciones de invierno. Un ejemplo destacado es la propuesta de Zuhair Murad en 2015, que transportó a los clientes de la marca entre montañas nevadas, rocas escarpadas y rincones aún inexplorados. Murad, con su talento innato, logró equilibrar tejidos de ensueño, inspirados en las texturas de la nieve, utilizados en todos sus diseños, y patrones con volúmenes que marcaban la cintura. En 2021, Anthony Vaccarello de

Saint Laurent presentó su colección primavera-verano en el paisaje frígido de un glaciar islandés. Las modelos desfilaban entre rocas volcánicas negras, misteriosos vapores y aguas grises con estilismos que desafiaban los códigos burgueses de Saint Laurent.

Más recientemente, Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga, sorprendió al público en la presentación de su colección otoño-invierno 2022/2023 al transportarlos a una tormenta de nieve helada, rodeados de paredes circulares de cristal. Los modelos, con pasos lánguidos y ropas reducidas a una protección improvisada, desfilaban taciturnos en un paisaje helado marcado por la desolación. En este caso, este escenario gélido sirvió al director artístico de Balenciaga para denunciar el conflicto ucraniano.

Gratacós también se inspira la serenidad de los glaciares

Gratacós se adentra en la deslumbrante estética de los glaciares para explorar la belleza helada a través de tejidos cautivadores que capturan la serenidad y la elegancia de los paisajes gélidos. Nos dejamos inspirar por piezas que evocan la pureza del hielo y la nieve virgen, así como por aquellas que deslumbran con lentejuelas o sutiles destellos e iridiscencias. La seda, protagonista indiscutible, se despliega con una caída etérea que recuerda a la lentitud con la que el hielo se desplaza.

La moda glaciar abraza texturas que cuentan historias de frío intenso. ¿Cómo? A través de capas y pliegues que sugieren bloques de hielo superpuestos, mientras que los detalles en relieve aportan una dimensión tridimensional, recreando la complejidad de los glaciares. Bordados con hilos plateados y cristales translúcidos imitan el brillo de la luz solar sobre la nieve, añadiendo un toque de sofisticación a cada tejido. Otros tejidos bordados con tul y pedrería podrían emular las capas de nieve helada. En cuanto al relieve, imaginamos tejidos plisados u otros con suaves ondulaciones que imitan la topografía de los glaciares, proporcionando un movimiento orgánico a las prendas.

La paleta de colores de la moda glaciar se inspira en los tonos suaves y fríos de los glaciares. El blanco puro y el azul hielo dominan el espectro, creando una sensación de calma y frescura. Añadimos toques de plateado y gris perla que representan el brillo de la luz sobre la superficie helada, mientras que el turquesa profundo rinde homenaje a los matices encontrados en las grietas de hielo. Estos colores, combinados con maestría, reflejan la serenidad y la majestuosidad de los paisajes glaciares.

Encuentra entre los artículos de temporada de nuestra tienda online, esa inspiración helada de la que hablamos tan apropiada para la temporada de invierno.